Uruguay defiende que la integración de sistemas de información depende de un enorme esfuerzo interinstitucional. El foco en el análisis y en la calidad es una preocupación posterior, sostienen los gestores

 

Juan Pablo Labat (esquerda) e Milton Silveira (direita), do Ministério de Desenvolvimento Social do Uruguai: conseguir acordo de outros órgãos é parte mais difícil de integração

Juan Pablo Labat (izquierda) y Milton Silveira (derecha), del Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay: conseguir el acuerdo de otros órganos es la parte más difícil de la integración

Brasilia, 5 de abril de 2016— Aunque no había ningún marco legal que obligara a los órganos de la administración pública a compartir datos útiles para la seguridad social, Uruguay consiguió unir a 13 organismos en su Sistema Integrado de Información del Área Social (SIIAS), del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES). Hoy, 253 entidades, de todos los niveles de la federación, hacen uso del banco de informaciones creado para disminuir la fragmentación de las políticas públicas del país. Para los gestores del sistema, que estuvieron en Brasil para compartir la experiencia uruguaya, el mayor desafío fue el diseño político e institucional en la acción de integración, más que eventuales dificultades técnicas o de gestión.
«Es necesario tener una extrema flexibilidad. Cuando tenemos un nuevo socio (que entra en la base de datos), lo primero que hay que hacer es incluirlo. No podemos ponernos a hacer muchas preguntas», afirmó Juan Pablo Labat, director de Evaluación y Monitoreo del MIDES, durante el Seminario Internacional de Integración de Bases de Datos y Sistemas de Información para Perfeccionamiento de Políticas Públicas, que tuvo lugar en Brasilia los días 5 y 6 de abril.
Labat se refiere a los diferentes niveles de desarrollo de los diversos órganos en el mantenimiento de sus bases de datos, lo cual plantea la necesidad de que el organismo gestor haga esfuerzos suplementarios para integrarlos, además de la dificultad natural de concluir acuerdos para compartir la información.
«Para nosotros, la manera en que ofrecen las informaciones es algo relativamente trivial (desde el punto de vista tecnológico). Muchos organismos del Estado tienen debilidades importantes en los datos. Algunos utilizaban plantillas de Excel», dijo Milton Silveira, coordinador de la Unidad de Sistemas de Información Integradas del Área Social del MIDES.
Ante los conflictos de un proyecto de ese tipo, establecer un Comité Técnico de Dirección Interinstitucional fue esencial para superar dificultades, tales como la falta de presupuesto de algunos organismos para extraer los datos y enviarlos.
Resultados
El SIIAS contiene actualmente datos personales de los ciudadanos sobre el domicilio, datos precisos de salud (pública y privada), educación (pública) y seguridad social, todos desde 2010, cuando se empezó a diseñar el programa. De las 800 variables registradas, la mayoría se actualiza mensualmente. Sin embargo, hay acuerdos bilaterales que establecen específicamente la periodicidad y el formato, y cada órgano mantiene el control sobre sus propias informaciones.
Hasta el 60?% de los datos ya están georreferenciados, dependiendo de la institución de origen. El SIIAS es un sistema que sirve prioritariamente para el seguimiento, monitoreo y análisis de las políticas. Hoy se pueden ver, por ejemplo, informaciones sobre niños que están fuera de la red de enseñanza.
También es posible seguir el desarrollo de bebés de familias pobres y extremadamente pobres, aunque no reciban beneficios sociales. En Uruguay, todos los niños reciben un número de identificación al nacer. Este registro civil único fue esencial en la integración de las bases de datos.
Cubriendo al 95?% de la población, los costos para mantener el SIIAS se centralizan en el Ministerio, que sufraga solo los aproximadamente 500?000 dólares anuales que cuesta. Recientemente comenzó la migración de los softwares utilizados hacia una solución de código abierto (suíte Pentaho y PostgreSQL).
Futuro
Pese a su éxito, los gestores detectan al menos dos desafíos para promover una efectiva interoperabilidad entre los sistemas de información.
«El acceso sigue siendo sectorial, cada uno de los organismos sigue el trámite de sus demandas, como históricamente se hizo siempre. Superar eso requeriría definir las reglas de las relaciones interinstitucionales», dice Juan Pablo Labat.
Otra dificultad, según el director, es la falta de foco en el análisis de los datos. «La mayoría de los sistemas no está pensada para que se extraigan las informaciones de forma cómoda», afirma.
El Seminario Internacional en Brasilia, fue organizado por el Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre (MDS), en colaboración con la Iniciativa Brasileña de Aprendizaje por un Mundo sin Pobreza (WWP – World without Poverty).
Marco Prates, WWP