Profesor de la Universidad George Washington, James Foster defiende uso de métricas multidimensionales para que países en desarrollo puedan reorientar políticas socioeconómicas
Brasilia, 18 de noviembre de 2014 – ¿Qué significa tener un mundo sin pobreza? ¿Será que el problema está en la línea monetaria o es necesario un nivel mínimo de bienestar? Esos cuestionamientos fueron discutidos en el primer panel del I Seminario Internacional WWP – Un Mundo Sin Pobreza, este martes (18), en Brasilia.
James Foster durante o I Seminário Internacional WWP. Foto: Nabil/IPC-IG UNDP

James Foster durante o I Seminário Internacional WWP. Foto: Nabil/IPC-IG UNDP

Para el profesor de la Universidad George Washington, James Foster, un mundo sin pobreza pasa por un análisis que va más allá del problema de ingresos. Según él, el tema debe ser tratado de modo multidimensional.
«Si la cuestión monetaria desapareciera, seguramente no sería el final del problema. Muchas voces, incluyendo las de las personas que viven en la pobreza, destacan que otros factores están involucrados en esa condición, como la falta de acceso a educación, salud, mercado laboral y vivienda», destacó.
Foster recordó que más de un 40% de las personas en el mundo no poseen asistencia social. Para que los países en desarrollo puedan reorientar las políticas socioeconómicas, enfatizó, son necesarias métricas multidimensionales.
El profesor presentó dos tecnologías de dimensionamiento para la identificación de la pobreza. Además de eso, destacó que oír a las poblaciones que viven el problema puede facilitar la comprensión del tema y la división en subgrupos para la presentación de datos útiles y consistentes.
Ya el profesor de la Universidad de la Ciudad del Cabo, Murray Leibbrandt, trajo para el debate la experiencia de Sudáfrica en los últimos 20 años. Murray señaló que la ausencia de políticas en el área de salud resultó en grandes problemas en la década de 1990, como la epidemia del virus VIH, lo que también comprometió los avances en el combate a la pobreza.
Sin embargo, él afirmó que la inversión en nuevas políticas está cambiando el escenario. El gran reto, dijo el profesor, es establecer una línea de pobreza con dimensiones que respeten los datos sudafricanos.
«Delimitar la línea de pobreza se convirtió en una cuestión mucho más social que técnica. Por eso, tenemos un largo camino por delante. Somos un país con ingresos medianos, pero tenemos que mejorar la distribución de ingresos y responsabilizar al gobierno por el desarrollo de políticas públicas para que podamos cumplir los indicadores internacionales de combate a la pobreza.»
Selim Jahan, director de la Oficina del Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dijo que la utilización del salario mínimo como único indicador para la línea de la pobreza puede ser equivocada cuando se mira para la garantía de los derechos fundamentales, como salud y educación.
«Un grupo de personas puede estar fuera de la pobreza por los ingresos, y con índices de calidad de vida similares a aquellos que están dentro de la pobreza», destacó. Para él, estudios basados solo en indicadores pueden no retratar el verdadero escenario del país. «Cualquier tipo de medidor o índice debe estar anclado en una fundación teórica sólida. Ellos no deben ser utilizados solo por consideraciones estadísticas. Queremos lograr salir de la tiranía de algunos medidores, porque sabemos que ellos no pueden mostrar la verdad», dijo.
El I Seminario Internacional WWP – Un Mundo sin Pobreza – es promovido por la Iniciativa Brasileña de Aprendizaje por un Mundo sin Pobreza (www.wwp.org.br). El Banco Mundial, el Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre de Brasil (MDS), el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República (SAE/PR) y el Centro Internacional de Políticas para el Crecimiento Inclusivo (IPC-IG) del PNUD son aliados en esta acción. El seminario cuenta también con el apoyo del Centro RIO+.