Los gestores del órgano responsable de la base de datos de seguridad social quieren mejorar la fiabilidad y calidad de las informaciones del sistema

 

José Ignacio Campoy Nora Alicia Valido, de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) de Argentina

José Ignacio Campoy Nora Alicia Valido, de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) de Argentina

Brasilia, 6 de abril de 2016 — Tras implementar en los últimos años la Base Única de la Seguridad Social, regulada en 1999, la Argentina busca ahora profundizar el análisis de los datos y crear políticas públicas de calidad a partir de esa integración de los sistemas de información.

«Nos centramos más en la calidad que en la cantidad; ya están todas las personas en la Base. Son 20 años de informaciones sobre fallecimientos y toda la historia laboral de los últimos 25 años. Queremos mejorar la calidad de esos datos y hacer evolucionar su rastreabilidad», afirmó José Ignacio Campo, director de Innovación Prestacional de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

Campo participó en el Seminario Internacional de Integración de Bases de Datos y Sistemas de Información para Perfeccionamiento de Políticas Públicas, realizado en Brasilia los días 5 y 6 de abril. En ese evento, gestores de la ANSES contaron los desafíos para optimizar los costos y los procesos, además de desburocratizar la comprobación y presentación de informaciones al Estado por parte de los ciudadanos. La Base Única registra igualmente datos sobre relaciones familiares, domicilio e historial de beneficios.

La agencia gestiona el Código Único de Identificación Laboral (CUIL), el dato primario que usa la Argentina en el intercambio de informaciones entre organismos del Estado, actualmente una obligación legal.

Vinculada al Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la ANSES —que gestiona exclusivamente cuatro componentes de la base de datos del país— cuida del pago de las jubilaciones, pensiones y beneficios de las políticas de inclusión no contributivas, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo.

Estas últimas forman parte de una miríada de beneficios relativamente recientes: comenzaron a pagarse en 2009 con la expansión de las políticas universales de protección social mediante la inserción de la población excluida del mercado laboral formal. La ampliación de esta política exigió adaptaciones técnicas en la base de datos de este órgano, para determinar el derecho a los beneficios mediante reglas parametrizadas.

Actualmente, 2?089?439 familias reciben la AUH. Este programa, al igual que el Bolsa Familia, en Brasil, presenta condicionalidades en las áreas de salud y educación.

Entienda el sistema de protección social argentino con la presentación de los gestores del país

En la administración pública argentina, la ANSES recoge informaciones, verifica condiciones y asegura el pago incluso de beneficios de otras instituciones. En el Programa Hogar, el Ministerio de Energía financia el subsidio para compra de gas de las familias de baja renta, pero es la agencia, detentora de la información, la que realiza el pago.

La ANSES considera que la integración de los sistemas de información mejoró el servicio prestado a los ciudadanos.

«Si el marido fallece, la ANSES tiene todos los datos, el historial y la confirmación del registro civil. Recibimos la información y en treinta días la esposa o el hijo ya pueden recibir la pensión», afirma Nora Alicia Valido, coordinadora de Base de Personas y Soluciones Administrativas de la agencia. Los beneficios a familias con recién nacidos también se conceden en el mismo plazo.

El Seminario Internacional fue organizado por la Secretaría Nacional de Renta de Ciudadanía (SENARC) del Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre (MDS), en colaboración con la Iniciativa Brasileña de Aprendizaje por un Mundo sin Pobreza (WWP – World without Poverty).

Marco Prates, WWP