El autor explora el lugar que los programas de transferencias en efectivo (TMC) ocupan en la evolución de la política social y la ciudadanía en América Latina, teniendo en cuenta las consecuencias que estos conllevan en la percepción de los pobres sobre sus derechos y en la calidad de su participación cívica. La pobreza desde esta perspectiva no es simplemente una falta de recursos, sino una relación a través del cual los pobres terminan directamente bajo el control del Estado.