Vitória y su mamá viven en un barrio pobre fuera de la ciudad de Salvador, en Brasil. Su casa es un callejón sin nombre y todavía no está terminada. La mamá de Vitória tiene muchos anhelos y un gran corazón. Ella adoptó a Vitória y comenzó a construir la casa, pero después se enfermó. Todos los ahorros se destinaron a tratamientos médicos. Incapaz de trabajar, la mamá de Vitória ahora cuenta con el Bolsa Familia para sostener a la familia. Si no fuera por el programa, Vitória no podría asistir a la escuela y las condiciones de su familia serían mucho peores.