La Ciencia de la Implementación —el método adoptado por el WWP en los estudios de caso—, que facilita el intercambio de experiencias mediante la adopción de una metodología y una taxonomía comunes, es el tema de un curso que se celebra en Brasilia

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Brasilia, 28 de abril de 2017— Los proyectos en el ámbito del desarrollo internacional presentan resultados diversos aunque cuenten con recursos económicos, conocimientos técnicos cualificados y profesionales bien intencionados. ¿Cómo se puede lograr que las intervenciones llevadas a cabo en diversos países del mundo produzcan siempre los cambios esperados en la vida de las personas? Producir resultados prácticos mejores y más consistentes es la propuesta de la Ciencia de la Implementación (Science of Delivery, en inglés), una metodología de producción de conocimiento usada en los estudios de caso de la Iniciativa Brasileña de Aprendizaje por un Mundo sin Pobreza (World without Poverty, WWP) y tema central de un curso realizado este mes en Brasilia, en colaboración con la Global Delivery Initiative (Iniciativa Global de la Implementación, GDI, en traducción libre) y la Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP).

«Lo que puede construir o destruir un proyecto son las cuestiones del día a día. Da igual la región o el sector: todos los programas pasan por problemas de implementación», constata Daniel Ortega Nieto, Oficial de Operaciones del Banco Mundial que trabaja en la GDI.

La Global Delivery Initiative es un esfuerzo colaborativo para crear una base de pruebas colectiva y acumulativa de conocimientos sobre la implementación (Delivery know-how, en inglés). Funciona desde 2015 con el objetivo de ayudar a los gestores a prepararse y resolver los denominados desafíos de implementación (Delivery Challenges) en el diseño y la implementación de proyectos.

Esos desafíos, así como la propia Ciencia de la Implementación, son términos que facilitan el intercambio de conocimientos centrados en el proceso, y no solo en el resultado. La idea es que el conocimiento circule más fácilmente entre los profesionales, países e instituciones adoptando una metodología y una taxonomía comunes para la realización de estudios de caso y otras herramientas de intercambio de experiencias.

El hecho de que gobiernos, organizaciones internacionales multilaterales y no gubernamentales, organismos y bancos de desarrollo se enfrenten a los mismos desafíos en sus operaciones ayudó a impulsar la GDI, que hoy cuenta con el apoyo de más de 30 asociados, entre ellos el WWP.

En Brasilia, el curso «Elaboración de Estudios de Caso de Políticas Públicas», basado en el método de la Ciencia de la Implementación, se llevó a cabo los días 27 y 28 de abril para un público formado mayoritariamente por funcionarios del gobierno federal que lidian con políticas públicas. Las clases fueron impartidas en la Escuela Nacional de Administración Pública por Daniel Ortega Nieto y Claudio Santibáñez, Economista Sénior del equipo de Science of Delivery del Banco Mundial.

El curso contó con una etapa en línea anterior a las clases presenciales, e incluyó al final una práctica de elaboración de un estudio de caso con base en una política pública o en un programa (Delivery notes, en inglés).

Tres preguntas para Daniel Ortega Nieto

Daniel Ortega Nieto esteve em Brasília para ministrar curso na Enap sobre a Ciência da Implementação

Daniel Ortega Nieto estuvo en Brasilia para impartir curso sobre la ciencia de la Entrega

Daniel Ortega Nieto trabaja en el GDI con el DeCODE, una herramienta de datos «predictiva», es decir, que utiliza una gran base de información para anticipar qué desafíos de implementación podrá encontrarse un gestor, seleccionando un país y un sector, y así mostrar al interesado la bibliografía especializada existente y qué personas se han ocupado del mismo tema dentro de un conjunto de organismos internacionales.

El DeCODE es uno de los instrumentos que ofrece el GDI, que cuenta asimismo con una biblioteca virtual, comunidades de práctica y una área de enseñanza, todo ello de acceso público y en inglés.

En una entrevista concedida al WWP en su paso por Brasil, Daniel, que trabaja en Washington, señala los beneficios que una metodología común puede ofrecer para el intercambio de conocimientos entre organizaciones y personas de realidades diferentes.

WWP – ¿En qué radica la necesidad de una metodología común para la realización de estudios de caso?

Daniel Ortega Nieto – En general, los estudios de caso en el ámbito del desarrollo internacional tratan mucho de quién financia y quién recibe el beneficio en un determinado proyecto, así como el impacto potencial. Pero el conocimiento no está solo en el «qué», sino en el «cómo», y en eso nos centramos en el GDI. Eso nos lleva a entender la manera en que un equipo o un gobierno hizo frente a unos determinados desafíos de implementación para llegar del punto «A» al punto «B», y además qué opciones «C» y «D» había y por qué no optaron por ellas. El foco se sitúa en el proceso, no solo en el impacto o en los resultados, que, obviamente, también son relevantes, pero donde vemos que falta bibliografía especializada es en la mejor comprensión de los procesos. Con la taxonomía de los desafíos de implementación, tenemos una estructura para el estudio de caso, y entre organizaciones diferentes tenemos un lenguaje común, lo cual facilita la producción y el intercambio de conocimientos y el acceso a ellos.

¿Eso no existe ya?

Ese «know-how» sobre la implementación sí que existe, pero es difícil acceder a él, pues se centra en cuestiones técnicas y a menudo se olvida el proceso, que es lo que necesita el profesional del ámbito del desarrollo durante la implementación. Tomemos un ejemplo: la mortalidad materna ha disminuido en un determinado país gracias a una intervención específica. Pero si intento implementar una intervención similar en México, por ejemplo, tengo que conocer el proceso y los desafíos de implementación. Necesito saber qué relaciones se entablaron con las partes interesadas locales, cómo se resolvieron los problemas de compras y cómo se implantó el monitoreo y la evaluación. Muchas veces no están disponibles esas informaciones, solo los resultados. Por eso, hacemos mucho hincapié en la necesidad de crear una base de conocimiento sobre «know-how» de implementación y conectar a los profesionales para facilitar el intercambio sobre el conocimiento tácito (tacit knowledge, en inglés).

Los alumnos de este curso en Brasil son gestores del Gobierno federal. Para un grupo que no está en la punta de la implementación de los programas, ¿qué beneficios cabe esperar?

Un beneficio que hay que recalcar es la importancia de entablar conversaciones concretas sobre desafíos de implementación. Es necesario tener la parte estratégica y un diseño sólido, claro, pero lo que puede construir o destruir un proyecto son las cuestiones del día a día. Aunque no se esté en la punta, hay que estar atento a los problemas de los que allí están. Otro punto relevante es incentivar el diálogo abierto sobre los problemas de implementación. Al hablar solo del éxito de un determinado proyecto, se pierden muchas lecciones y es en parte por eso por lo que repetimos los mismos errores.

 

Vea a continuación la serie de estudios de caso del WWP que utiliza la metodología de la ciencia de la implementación

  1. Cómo fortalecer a los microemprendedores urbanos: el Programa Vida Mejor del estado de Bahia
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