En entrevista con el WWP, el secretario nacional de Evaluación y Gestión de la Información del MDS manifiesta que los indicadores necesitan superar «las disensiones metodológicas» y pasar a centrarse en «los efectos o la falta de efectos» de las políticas
Brasilia, 14 de septiembre de 2015 — En los debates del Taller Técnico sobre Pobreza Multidimensional (lea los artículos al respecto aquí y aquí) — celebrado en Brasilia los días 25 y 26 de agosto con la participación de 60 técnicos gubernamentales, especialistas e investigadores —, el Gobierno brasileño defendió la necesidad de crear un indicador de pobreza multidimensional que sea «sensible al conjunto de acciones y políticas [de protección social] que vienen desarrollando diversos países» para integrar la agenda 2015-2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Según el secretario nacional de Evaluación y Gestión de la Información del Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre de Brasil (MDS), Paulo Jannuzzi, el indicador debe medir «no solo la garantía de ingresos, sino también el acceso a servicios para la población más vulnerable».
Paulo Jannuzzi (izquierda) sostiene que los indicadores deben «reflejar los efectos o la falta de efectos sobre el conjunto de políticas que hemos desarrollado». Foto: Ubirajara Machado/MDS

Paulo Jannuzzi (izquierda) sostiene que los indicadores deben «reflejar los efectos o la falta de efectos sobre el conjunto de políticas que hemos desarrollado». Foto: Ubirajara Machado/MDS

En una entrevista al WWP, Jannuzzi destacó la importancia de evaluar la pobreza desde un punto de vista integral, explicó los principales puntos de consenso y divergencia entre los especialistas en la materia y subrayó la posición del Gobierno brasileño, según la cual los indicadores de pobreza multidimensional han de ir más allá del debate teórico sobre conceptos y lograr «reflejar los efectos o la falta de efectos sobre el conjunto de políticas que hemos desarrollado».
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Mundo sin Pobreza (WWP) – ¿Qué significa pobreza multidimensional?
Paulo Jannuzzi: La pobreza multidimensional es un concepto que viene siendo trabajado por diversas instituciones, entre ellas el MDS, para reflejar la multideterminación de las condiciones de pobreza y de vulnerabilidad que sufren sectores específicos de la población.
La pobreza multidimensional se manifiesta en el conjunto de personas que no disponen de una renta suficiente para comprar una cesta de alimentos o para hacer frente a servicios básicos para su supervivencia, en las familias que viven en el campo sin acceso a crédito agrícola para su propia producción, en las desigualdades que vemos en grupos como los quilombolas, los indígenas o la población en situación de calle.
Finalmente, la pobreza multidimensional es un concepto operativo que refleja esa situación de falta de acceso a la ciudadanía, a derechos básicos consagrados a todos los ciudadanos y a la renta básica necesaria para la supervivencia.
WWP – ¿Qué diferencia a la evaluación de la pobreza basada en esa visión de la que se basa en una visión monetaria? 
PJ: La pobreza monetaria considera pobre solo a quienes no disponen de un recurso mínimo para la supervivencia. La pobreza multidimensional va más allá y tiene en cuenta otras dimensiones, como el acceso a servicios de educación, salud, trabajo, vivienda, etc., que son importantes para una vida digna.
WWP – ¿Son visiones complementarias o una supera a la otra?
PJ: Una complementa a la otra, de la misma forma que otros indicadores relacionados son importantes para nuestras políticas. Nosotros, en el MDS, trabajamos con indicadores de pobreza monetaria, de inseguridad alimentaria, de desnutrición infantil, de subalimentación, de acceso a servicios de educación, de inserción en el mercado laboral de la población más pobre y, también, con indicadores de pobreza multidimensional.
Cada indicador nos ayuda a comprender mejor de qué forma las acciones de las políticas y los programas afectan o no afectar a los sectores sociodemográficos y a los públicos objetivo.
WWP – ¿Existen ya indicadores que puedan evaluar la pobreza desde esa perspectiva multidimensional? ¿O aún hay que desarrollarlos? 
PJ: Existen algunas propuestas muy conocidas, como las del Banco Mundial, del PNUD y de la CEPAL, y también hay experiencias de algunos países, como México, Colombia, Uruguay, Chile, etc. Algunas propuestas están bastante avanzadas y, otras, no tanto.
WWP – ¿Cuáles son los principales obstáculos para construir e implementar esos indicadores?
PJ: El obstáculo radica en la superación de las divergencias metodológicas. Estamos aquí [en el taller] para llegar a consensos y hablar abiertamente sobre los problemas metodológicos de las elecciones arbitrarias en la construcción de esos indicadores, desde la elección de los indicadores y de los pesos y la forma en que se combinan y se operacionalizan.
WWP – ¿Qué relación hay entre esos indicadores y el éxito de los programas sociales?
PJ: A nosotros, en el MDS, nos interesa que los instrumentos puedan reflejar lo que hacemos o dejamos de hacer, para que podamos corregir nuestras políticas. Y la virtud del indicador multidimensional es que nos permite captar los efectos agregados del conjunto de acciones, por ejemplo, de qué forma las personas están recibiendo la transferencia de renta, cómo logran convertir su cualificación en inclusión productiva, ingresar en el mercado laboral, de qué manera logran los niños entrar a la escuela, tener acceso al agua gracias a cisternas, etc.
Esa es la idea de un indicador de pobreza multidimensional: consigue captar efectos conjugados de las políticas.
WWP – En general, ¿cómo están tratando los países de América Latina esa cuestión?
PJ: Todos están entendiendo que la pobreza multidimensional tiene la doble perspectiva del acceso a la renta y a los derechos sociales más fundamentales, como educación, vivienda, trabajo.
Algunos indicadores no consideran, por ejemplo, la dimensión «trabajo», que es una dimensión estructurante para todos los países de América Latina que se encuentran en un nivel medio o medio-alto de desarrollo.
Para Brasil es fundamental debido a la estrategia brasileña de superación de la extrema pobreza, que se debe al conjunto de políticas activas en el ámbito del trabajo, como aumentar el valor real del salario mínimo, formalizar la situación de los trabajadores, reducir el desempleo, etc. Yo diría que es una de las dimensiones que diferencian a muchas de las propuestas planteadas en este taller.
WWP – Y Brasil, ¿cómo ha medido la pobreza hasta ahora?
PJ: En el libro Brasil Sin Miseria, que publicamos el año pasado, ya utilizamos el indicador de pobreza multidimensional del PNUD y del Banco Mundial y otros indicadores. Hemos utilizado el indicador de pobreza multidimensional al igual que otros indicadores, pues se trata de una forma más de medir la pobreza.
En el ámbito del WWP, entablamos conversaciones sobre indicadores desde agosto del año pasado [para más información sobre ese taller, haga clic aquí], cuando se trataron los indicadores de la pobreza monetaria. En noviembre, debatimos sobre los indicadores de políticas [más información sobre el I Seminario Internacional WWP, haga clic aquí], que podrían derivarse de fuentes de información, como el Registro Único, y sobre otras bases de datos. Y, ahora, nos estamos centrando en el indicador de pobreza multidimensional.
Hemos entrado en contacto con instituciones multilaterales, con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y con el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), para tratar sobre esos nuevos indicadores que realmente logren reflejar los efectos o la falta de efectos sobre el conjunto de las políticas que hemos puesto en marcha.
WWP – ¿Qué importancia tiene este taller técnico en el contexto actual de los programas sociales brasileños?
PJ: Nuestra idea es llevar a cabo esos debates y, sobre todo, ayudar a que esos indicadores se fortalezcan como propuestas que se presenten para la agenda de los ODS, con el fin de que esa agenda contemple un indicador de pobreza multidimensional que sea verdaderamente sensible al conjunto de acciones y políticas que varios países están poniendo en marcha, en especial Brasil, que se fijan no solo en la garantía de renta, sino también en la promoción del acceso a servicios para la población más vulnerable.
Marianna Rios, WWP